Este es otro ejemplo de collar con racimo o manojo de cuentas que hoy no está de moda. Es claro que quien lo tiene lo usará, pero si vendemos Bijouterie no podemos vender algo que no esté dentro de la tendencia.
Es parecido al caso que vimos en negro, pero que se resolvió de otra manera.
Primero sacamos el racimo y lo convertimos en llavero. Observá, como siempre te digo, que para que el racimo quede bonito debe haber variedad de texturas y formas, siempre algo metálico y algo en acrílico transparente (en este caso son rojos). De paso, el llavero rojo es el más vendido, ya no lo tengo.
En esta oportunidad el collar también tenía colgantes en rojo, entonces se acortó la cadena, se puso cierre, un dije en igual color y se llenó la cadena con las cuentitas que tenía el collar a las que se sumaron otras para hacer la pulsera más tupida y moderna. Se dejó un trozo más de cadena rematada con un dije y una cuentita, para dar flexibilidad al largo (en lugar de la cadenita alargadora, porque el tipo de cadena se prestaba).
A veces en un mismo alfiler hay dos cuentitas con un separador, para tratar de llegar a tener una cuenta larga y una corta por cada eslabón. Sólo en los eslabones que tienen el mismo sentido, ya que es una cadena de eslabones encontrados. Las cuentas tienen como adorno o para que el alfiler no «siga de largo» una pequeñísima perlita dorada y rematan con un mostacillón, antes del rulito. También les reitero que cuando la pieza tiene que colgar, el rulito debe ser cómodo, no tan pequeño.
Espero que te haya gustado y te sirva, si no es para reciclar por lo menos para tener más ideas.
Pulsera y llavero con múltiples cuentas colgantes en rojo